Viajar con diabetes es posible, eso sí, nuestro equipaje (de mano) es más grande pero nada que impida comernos el mundo.
Desde los días previos al viaje debemos estar preparados: recetas médicas, insumos suficientes para los días que dure el viaje, insulina en condiciones óptimas, meriendas para evitar hipoglucemias, chequear cambios de horario, etc.
Estuve en un tour por Turquía y Grecia por 18 días, recorriendo en bus, ferry y avión varias ciudades. Un viaje que recomiendo y en el que no tuve inconveniente con la seguridad de los aeropuertos con mi infusor de insulina.
Al llegar a destino es importante asegurarnos que la insulina estará a temperatura adecuada, en mi caso la guardo en la nevera del hotel cuando la hay. Pero un día la olvidé.
Miren el video para conocer el descenlace: