Netflix estrenó en 2022 una nueva película que emociona a la comunidad con diabetes. Se trata de Purple Hearts o conocida como Corazones Malheridos en Latinoamérica. En esta película romántica vemos a Cassie (interpretada por Sofia Carson) , una joven que aspira a ser reconocida como cantante con su propia banda, pero sus finanzas se ven comprometidas porque 6 meses atrás le diagnosticaron con diabetes tipo 1 (una enfermedad autoinmune dónde se destruyen las células beta del páncreas que producen insulina) y desafortunadamente lo que gana en diversos empleos no le alcanza para pagar un seguro médico y tampoco para costear por su cuenta las insulinas por el exuberante precio, por lo tanto no puede acceder a su tratamiento para seguir viviendo. Una realidad que viven muchas personas con diabetes en todo el mundo.
En el bar donde trabaja conoce por medio de un amigo de su infancia a Luke (interpretado por Nicolas Galitzine), un marine que está próximo a partir en una misión pero que guarda un secreto: una deuda económica por culpa de una adicción a las drogas en su juventud. Cassie averigua que los marines tienen un aumento de sueldo cuando se casan y tiene un completo seguro médico, por lo que propone a su amigo casarse por conveniencia, pero éste la rechaza porque ama intensamente a su novia. Luke los escucha y lo ve como un fraude, pero antes de partir le propone que sean ellos dos quienes se casen para poder cumplir cada uno con sus objetivos: él pagar su deuda, y Cassie poder acceder al tratamiento de su diabetes tipo 1. Se casan y tiene comunicaciones a la distancia para simular su matrimonio y no ser descubiertos. Gracias al seguro médico Cassie accede a un tratamiento más avanzado y accede a una bomba de insulina.
Me gusta esta película porque no victimizan a Cassie, algo que suele pasar cuando integran un personaje con diabetes tipo 1 en la trama, simplemente muestran una chica rockera e independiente enfrentándose a diversas situaciones con su condición de salud. Aunque puede que algunas situaciones no sean muy verídicas como la escena cuando Cassie está cantando en el bar y empieza a sentirse desubicada y con mareo (creí que estaba teniendo una hipoglucemia) y según la película estaba teniendo una cetoacidosis y sale a la calle a inyectarse lo poco que le queda de insulina (sabemos que la insulina no actúa de inmediato y una cetoacidosis requiere urgencia inmediata en un hospital para estabilizarnos). También hay una escena dónde Cassie tiene que ir a su auto a medirse la glucemia e inyectarse insulina, algo que se puede hacer en pocos minutos en cualquier lugar, pero puede ser que al ser tan reciente el diagnostico no se sienta cómoda al inyectarse en público y se oculte para hacerlo. Una hermosa escena es cupando Cassie llega a casa muy débil porque está teniendo una hipoglucemia y Luke le ayuda y la acompaña mientras se estabiliza.
La bomba de insulina de la marca Medtronic es otra de las protagonistas en algunas escenas, pero sin mucha explicación del dispositivo, algo que muchas personas que no están familiarizadas con éste y que no entenderían. Y sólo aparece en escenas que tienen que ver con su diabetes como pasarse un bolo de corrección o cuando tiene la hipoglucemia. Me hubiese gustado que el dispositivo se viera en escenas como la comida en la terraza o en el concierto sin mencionar la condición, solo visibilizando. Pero no se ve colgada en su ropa en ningún momento.
De todas formas es una historia linda dónde ambos se apoyan en sus condiciones de salud, ya que él fue herido en combate.
Aplauso a todos los proyectos que nos incluyan sin victimizarnos ni etiquetarnos.
Sígueme en:
Instagram: @carolinatipo1
Twitter: @carolina_tipo1
