Las Aventuras de Nute, la gatica con diabetes tipo 1

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Libro ilustrado

domingo, 28 de abril de 2019

Entrevista (ficticia) a Leonard Thompson: La primera persona con diabetes en recibir una inyección de insulina


28 de abril de 2019

Atención: Esta es una entrevista ficticia pero los datos históricos son cercanos.



Sería un miércoles, 11 de enero de 1922 cuando se le aplicaría la primera inyección de insulina a una persona con diabetes, su nombre: Leonard Thompson

En la era de las redes sociales su testimonio lo podríamos ver en tiempo real cada vez que buscáramos el hashtag #diabetes, pudiéramos ver su  experiencia como hoy hacemos cientos de personas con diabetes, seguro veríamos alguna selfie de Leonard y Frederick Banting, el descubridor de la insulina y el resto de investigadores que hicieron parte de esa fecha histórica, un 27 de julio de 1921.

Para poder visitar a Leonard, invoqué al Dr. Emmett Lathrop Brown, más conocido como Doc de “Volver al futuro” quien convirtió mi bomba de insulina en una máquina del tiempo, lo hizo con la Paradigm que podía ser "hackeada" (muy útil para los que no pueden esperar como los de NightScout).



Logré contactar a Leonard gracias a los periódicos de entonces que registraron su noticia, así que me hice pasar por una reportera más de la época.

Era algún día y algún mes de 1930 cuando me recibió en su casa. Él tenía 22 años y llevaba un traje negro con rayas blancas, un pañuelo sobresalía de su chaqueta y una corbata del mismo color. Lucía bastante maduro para su edad. 

Nos sentamos en una mesa de madera que había junto a la ventana. Puede proseguir con las preguntas, Sra. Carolina, me dijo cruzando sus piernas y poniéndose atento.

¿Recuerda la fecha en que le diagnosticaron diabetes tipo 1?

“No comprendo a qué se refiere con tipo 1. La fecha exacta no la recuerdo, pero sería un día de diciembre de 1919 a mis 12 años. Estaba muy débil y flaco, pero a la vez tenía mucha hambre, sentía mucha sed y llegué a orinarme varias veces en la cama”.

Claro que no sabía su tipo de diabetes, estas se diferenciarían años después, en 1936 y se clasificarían en diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Hoy sabemos que existe también diabetes gestacional, Lada o 1.5 y otras.

Antes de contar con la insulina, ¿cómo era su vida con diabetes?

“Una sentencia de muerte. No se hablaba de insulina, ni siquiera sabía que estaba involucrado el páncreas. Era una enfermedad fatal, de muerte lenta. El único tratamiento era con el método de inanición que me quitaba las fuerzas. La supervivencia después del diagnóstico era de semanas o meses, yo logré sobrevivir por casi 2 años sin insulina ni ningún tratamiento médico”. 

¿En qué estado llegó al hospital?

"Tenía 14 años cuando llegué al Hospital de Toronto, Ontario. Estaba tan débil que sólo quería sentir un colchón debajo de mis huesos, pesaba tan sólo 30 kilos. Estaba pálido, tanto que combinaba mi piel con las batas de las enfermeras. Mu glucemia era superior a 520 mg/dL, estaba a punto de una cetoacidosis y de quedar en coma".

Esta es la realidad de muchas personas que no logran acceder a un tratamiento, incluso en pleno siglo XXI.

¿Cómo fue el momento de recibir el tratamiento?

"A mis padres les ofrecieron un tratamiento que aún no había sido probado. Ya no había mucho que hacer, así que aceptaron. Me inyectaron en el brazo un líquido color marrón, le decían extracto pancreático, el dolor fue bastante y tuve alergia en esa zona. No tuve mejoría inmediata, luego me inyectaron de nuevo ese líquido pero con mejor apariencia y desde ese momento mi glucemia empezó a disminuir y cambiar mi vida por completo”.

Muy rápido se popularizó al insulina, primero extraída de los cerdos, posteriormente creada en un laboratorio idéntica al humana y con diferentes tipos de acción. Sus descubridores vendieron la patente por un valor simbólico de un dolar, hoy cuesta cientos de dólares que muchas familias no pueden costear.

¿Cómo cree que será el tratamiento en el futuro?

“Lo que creo es que desde ya se han salvado millones de vidas”


El tiempo se agotaba, y ya me tenía que despedir para evitar cualquier movimiento torpe y cambiar el ritmo de la historia.  

Señor Thompson, agradezco sus respuestas. Lo verá publicado en el blog...digo en el periódico esta semana...

Me levanté de la silla y antes de irme Leonard me preguntó: ¿Qué es eso que lleva en su cintura?, mirando detenidamente mi bomba de insulina que olvidé esconder a mi llegada.

Sin más explicaciones, le respondí: "Esto es el futuro, por ahora".


Leonard Thompson moriría en el año de 1935 a sus 27 años (podemos decir que hace parte del Club de los 27). Logró sobrevivir 13 años más gracias a la insulina. Se preparó para ser farmacéutico pero su futuro se vio truncado por un accidente que se complicó por una neumonía.



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