13 de septiembre 2018
La diabetes afecta a todas las edades y población en general, no importa la situación socioeconómica, por lo que nada tiene que ver con la frase que lanzó hace unos años una exmandataria suramericana: "La diabetes es de gente con alto poder adquisitivo".
Lo cierto es que la diabetes no discrimina, pero no podemos decir lo mismo del tratamiento, al cual podríamos aplicar la frase: "El tratamiento para la diabetes requiere tener alto poder adquisitivo"
En los últimos años los avances para el tratamiento de la diabetes y la actualización en la educación diabetológica son esperanzadores, haciendo que teniendo esta enfermedad podamos tener mejor salud y calidad de vida, aumentando la supervivencia y expectativa de vida.
Pero esto no es gratis. El precio de la insulina cada vez es más inaccesible, triplicando su precio en sólo una década, y sin control en farmacias; las tirillas para medir la glucemia son costosas teniendo que usarse más de 5, 6, 7 al día, adicionando el costo de las agujas o jeringas para administrar la insulina. Las nuevas tecnologías llegaron para un manejo más exhaustivo y detallado de la condición, pero las bombas de insulina junto a los insumos son inalcanzables para el bolsillo de la mayoría, que junto a los monitoreos continuos de glucosa pueden acaparar mucho más del sueldo de una persona con diabetes y su familia.
Titular de la página de Arsenal Terapeútico |
He leído frases como:
"Ojalá pudiera comprar una bomba de insulina a mi hija"
"Sacrificamos otros gastos para poder comprar el monitoreo a mi hijo"
"Qué suerte los que tienen con qué medir la glucemia las veces que necesiten"
"¿Alguien tiene insulina que me done?
Esto no debería ser parte de los comentarios de personas con diabetes y sus familias. El acceso al tratamiento es un derecho de todos, sin importar le lugar donde estemos, o la situación económica que tengamos. Y más si el interés es parar las estadísticas de complicaciones y muertes. Algunos países cubren parte del tratamiento, como mi país Colombia, pero la salud no es gratuita, se debe pagar mensualmente por el servicio de salud y las trabas de quienes prestan el servicio obligan a adquirir el tratamiento por otros medios.
Se suele culpar a la diabetes por las complicaciones, pero la razón es mucho más social y económica. No se trata sólo de querer manejar nuestra diabetes sino de tener las herramientas para hacerlo. Se habla que la educación diabetológica es lo más importante, y es irrefutable, el tratamiento para la diabetes no funciona solo. Las personas con la condición debemos estar capacitadas pero sin acceso, nos quedamos en la teoría sin la práctica.
Se suele culpar a la diabetes por las complicaciones, pero la razón es mucho más social y económica. No se trata sólo de querer manejar nuestra diabetes sino de tener las herramientas para hacerlo. Se habla que la educación diabetológica es lo más importante, y es irrefutable, el tratamiento para la diabetes no funciona solo. Las personas con la condición debemos estar capacitadas pero sin acceso, nos quedamos en la teoría sin la práctica.
No es un lujo, no es moda, no es capricho, si no contamos con tratamiento, la diabetes seguirá siendo una de las enfermedades que más cobren la vida de las personas.
Entre los medicamentos más caros y vendidos en Colombia se encuentra la Insulina Lantus (insulina basal para los diferentes tipos de #diabetes) pic.twitter.com/OzSfOnlnbG— Carolina Zárate (@Carolina_tipo1) 24 de agosto de 2018