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| Los profesionales de la salud también pueden aprender de los pacientes con diabetes |
10 de junio 2016
Cuando una persona es diagnosticada con diabetes no es suficiente con recetarle el medicamento, recomendarle dieta y ejercicio. Estos son pilares que no tendrán efecto positivo en el paciente si no se le explica desde un comienzo cómo funciona un páncreas sano, el tipo de diabetes que se le diagnostica, y cómo hacer uso de las herramientas para el cuidado de su diabetes. Una capacitación y seguimiento que debe ser constante.
La educación diabetológica debe estar acorde con el tipo de diabetes.
Así como hay varios tipos de diabetes, así debe ser la educación diabetológica. Un paciente con diabetes tipo 1 que requiere inyecciones múltiples y aprender un conteo de carbohidratos no puede tener la misma educación de una persona con diabetes tipo 2 que lleva su tratamiento con pastillas. Tampoco se le puede hablar en el mismo lenguaje a un niño que a un adulto con diabetes o a una persona sin diabetes que simplemente se le quiere informar sobre la condición.
Esto fue lo que me sucedió al comienzo de mi diagnóstico cuando empecé a asistir a charlas. Mientras las personas con diabetes tipo 2 me miraban aterradas por mi corta edad para tener diabetes (eso que tenía 24 años, lo que demuestra que también desconocen la tipo 1), estaba recibiendo información que se centraba en ese tipo de diabetes la cual no me motivaba.
Es facilista prohibirle a una persona con diabetes tipo 1 todo tipo de comida y recetarle dosis fijas de insulina. El reto es educar a ese paciente a que imite lo mejor posible su propio páncreas y sea quien tome sus propias decisiones.
Esto me llevó a autoeducarme. Es indiscutible que la diabetes maneja temas básicos que todos debemos conocer, pero en el fondo es completamente diferente, sin dejar a un lado que todo paciente también lo es.
Aunque la responsabilidad del manejo de la diabetes recae en el paciente, también se debe tener en cuenta que no todas las personas tiene la misma capacidad de aprendizaje y todos asimilamos de manera diferente las adversidades, así como varía la realidad de cada uno, en su contexto social, cultural, económico, geográfico, etc. Por eso la responsabilidad de los profesionales de la salud a capacitarse y brindar una introducción amable a la diabetes, ya que son el primer contacto con esta enfermedad.
Así cada vez seremos más pacientes empoderados.
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