Comic de Diabetes Health y traducida por este blog
Volé por primera vez fuera del país con mi bomba de insulina y fue un “toque”
diferente que con el tratamiento de inyecciones múltiples. Con este último
nunca tuve inconvenientes con mis medicamentos e insumos, incluso llevándolos
en mi equipaje de mano. Simplemente indicaba que tenía diabetes y que llevaba
insumos para mi tratamiento y listo.
Cuando empecé con mi tratamiento con la bomba de insulina Medtronic uno
de los temas que más me inquietaba era el de viajar con ella y más el pasar por
los controles de seguridad de los aeropuertos, ya que esta vez llevaría mi
tratamiento “pegado” al cuerpo.
Ya había pasado por la ansiedad y sabía cómo empacar mis insumos en la
maleta en un viaje que hice dentro de mi país, Colombia (ver “Volando con bombade insulina”). Pero esta vez la odisea de viajar con diabetes se trataba de ir
al exterior y nada menos que a USA (para asistir al “Segundo Encuentro Viviendo con Diabetes Tipo 1 en la Red").
Ya conocemos las extremas medidas de seguridad de ese país, así que tenía
listas todas las recetas médicas y certificados que indicaban mi condición. Además,
cuando se está en un aeropuerto no es muy conveniente decir que se lleva una
bomba, así que tenía en cuenta en nombrarla como infusora de insulina o simplemente:
dispositivo médico.
Una de las recomendaciones al tener una bomba de insulina y monitoreo
continuo de glucosa es NO pasar los dispositivos por escáneres ni rayos x, y
estas son las herramientas más importantes en la inspección a los viajeros en
los aeropuertos.
A la salida de mi país, afortunadamente los agentes de seguridad conocen
el dispositivo, así que simplemente me hicieron una revisión manual, y sin
mucha demora, ya estaba en la sala de espera.
Al entrar a USA todo fue más demorado, pero el derecho a no interrumpir
mi tratamiento fue respetado.
Tuve una primera buena impresión con el agente de migración que me
entrevistó, quien me pregunto antes que nada si “eso” (mirando mi bomba de insulina) era una
“insulin pump”, ¡la reconocía!
¡Llevaba una "bomba"...
pero no de ese tipo!
Después sólo tuve que pasar el detector de metales, pero al indicar que
llevaba mi dispositivo médico me hicieron una prueba….Me pasaron unas tiritas por
las manos para verificar que no hubiese manipulado algún explosivo…y bueno,
llevaba una “bomba” pero no de ese tipo.
Al regreso fue un poco más intimidante. Era necesario entrar a un máquina
de rayos x, al cual me negué por obvias razones, así que dos agentes femeninas
de seguridad me llevaron a un lado con todas mis pertenencias que ya habían
atravesado los escáneres (una de las agentes las llevo, ya que me prohibieron
tocarlas, “don´t touch it” creo que me dijeron).
Me indicaron el procedimiento, ¡me tocarían por completo!, así que
preguntaron si prefería un cuarto privado. “Aquí está bien” dije. No me
importaba que otras personas me vieran, ya que tener diabetes no es un delito.
Tener diabetes no es un delito
Con las piernas abiertas y los brazos extendidos, la agente desde atrás procedió
a palparme mi cabeza, cuello, brazos, espalda, cintura y la pretina dentro de
mi pantalón, cada pierna y hasta los dedos de mis pies…y de nuevo de frente en
el mismo orden.
Luego, me dijo que tomará mi bomba de insulina y la pusiera en ambas
manos como haciendo tortillas, yo le dije que en mi país sería como haciendo “arepas”…y
de nuevo las tiritas en mis manos.
Un poco agotador estar dando explicaciones sobre mi condición y el
dispositivo que me ayuda a mantenerme con vida, pero un “toque, toque” de vez
en cuando no cae mal… (risa nerviosa)
Ya veremos que otras odiseas me esperan en otros aeropuertos del mundo (sonrisota)
(Este blog es la autoría de Carolina Zárate, así que si vas a compartir sus contenidos que lleven el link www.blogdiabeticotipo1.blogspot.com)