Mi colega blogguero Francisco Paredes Curro del Blog Medicina Jóven, se ha preguntado a sí mismo como actuar ante una situación donde tuviese que auxiliar a una persona con diabetes en caso que se encuentre tirada en la calle ya sea por una subida o bajada importante de azúcar. Para responder un poco a su inquietud escribí este artículo para su blog que espero también sea de utilidad para mis lectores No Diabéticos.
Primero es necesario tener claros ciertos puntos: El objetivo de las personas con diabetes es mantener los niveles de azúcar en sangre tan cercano al de cualquier persona normal, eso significa entre 70 y 120 mg/dL para evitar complicaciones crónicas, pero para ser sincera para quienes somos diabéticos en especial quienes somos insulinodependientes es difícil mantener este rango, así nuestros médicos crean que si lo es. Pero no sólo me refiero a evitar superar los 120 mg/dL, lo que se denomina como hiperglucemia que facilmente puede llegar a 200 mg/dL y en casos extremos a un coma diabético que podría llegar a 500 mg/dL o más según la susceptibilidad del diabético, también debemos estar muy atentos a niveles por debajo de 70mg/dL denominados hipoglucemias que podrían llegar a 50mg/dL y mucho menos, llegando a un coma insulínico. Así que nuestra preocupación no se centra unicamente en evitar los dulces y aplicarnos insulina, sino en remediar a tiempo estas subidas y bajadas que se pueden presentar como montaña rusa durante el día.
Una hiperglucemia (azúcar alto) es más difícil detectarla, ya que los síntomas como cansancio, sueño, calor podrían asociarse a otras causas y si no se trata de un coma diabético (si fuera el caso se debe ir de inmediato al hospital) podría pasar inadvertido y las complicaciones llegan con el tiempo, como la retinopatia, nefropatia, neuropatia, etc. En el caso que la detectemos la reacción más inmediata es aplicarnos insulina de acción rápida para corregir estos niveles según el resultado que nos brinde el glucómetro (instrumento para medir los niveles de azúcar), pero esto sólo lo debe hacer la propia persona o quien tenga el conocimiento de su tratamiento personal como los padres en caso de los niños o personal médico, ya que inyectar unidades indiscriminadamente seguramente ocasionarían una hipoglucemia (azúcar bajo); también puede funcionar tomar mucha agua e incluso si hemos realizado anteriormente actividad física el cuerpo utilizará esta glucosa progresivamente (recordemos amigos diabéticos que NO debemos hacer ejercicio si tenemos cetoacidosis).
Una hipoglucemia (azúcar bajo) aunque no lo parezca es mucho más peligrosa que una subida de azúcar (hiperglucemia), los sintomas son temblor, mareo, palidez, hormigueo en pies y manos, y esto es posible remediarlo con alimentos azucarados que por lo general son una Coca - Cola normal, agua con azúcar o pastillas de glucosa, que muchos llevamos en nuestros bolsos o carteras, luego de 15 minutos revisamos nuestros niveles para asegurarnos que estan empezando a subir y lo acompañamos de algún carbohidrato para que no haya de nuevo una bajada. Pero hay casos donde el diabético no siente estos síntomas y pueden llegar a parecer embriagados, desorientados, convulsionar y llegar a un coma insulínico, así que en esta situación es necesaria la ayuda de quienes nos rodean. En este estado tomar agua o ingerir alimento es difícil por el poco grado de conciencia en el que se esta, así que lo ideal es untar nuestros labios con miel o azúcar o algo dulce que encuentren de rápida absorción y llevarnos de inmediato al hospital. Existe también el Glucagón, que es la hormona opuesta a la insulina y por ende sube los niveles de azúcar, usado en casos extremos de inconciencia por hipoglucemia, pero para ser inyectada debe haber una instrucción previa sobre como usarla.
Muchos diabéticos llevamos algún tipo de identificación sobre nuestra condición, que puede ser una cadena, pulsera, un carnet en la billetera o un tatuaje, esto ayuda al fácil diagnóstico de nuestra enfermedad y una reacción inmediata por parte del cuerpo médico.
Por lo general, el diabético puede hacerse cargo de ambas situaciones y esta capacitado para solucionarlas, pero en casos donde los niveles de azúcar superen o disminuyan en valores peligrosos, lo mejor es llevarnos de urgencia al hospital, ya que de lo contrario podríamos sufrir daños irreparables en nuestro cuerpo y cerebro, permanecer en estado de coma e incluso llegar hasta la muerte.