Publicado: 31 de agosto 2021
El sueño es un parte importante de la salud, ya que permite al cuerpo y cerebro recuperarse, por lo que se recomienda tener hábitos de sueño saludables como dormir de 7 a 8 horas en adultos, desconectarse de celulares o tablets, etc. El no dormir lo necesario puede entre otras cosas incrementar el riesgo de enfermedades como la diabetes, pero ¿qué pasa cuando es la diabetes la que no deja dormir?
Estas son algunas razones que pueden interrumpir nuestro sueño, sobretodo cuando tenemos diabetes tipo 1:
1. Hipoglucemias nocturnas, que pueden presentarse en horas de la madrugada por un exceso de insulina basal o de insulina rápida en la última comida. En estos casos es imprescindible tomar algo azucarado y esperar que la glucemia se eleve a niveles seguros para seguir durmiendo.
2. Los dispositivos tecnológicos como bombas de insulina y/o monitoreos continuos de glucosa nos avisan, según configuración, sobre posibles hipoglucemias e hiperglucemias, aunque permiten despertar antes que sucedan, alteran nuestro sueño. O posiblemente una inadecuada calibración de éstos monitoreos continuos con alarmas falsas.
4. Las hiperglucemias, según el nivel, vienen acompañadas de ganas de orinar y otros síntomas que nos hacen incluso levantarnos de la cama. También si requerimos hacer alguna corrección de insulina.
Se debe consultar al médico tratante para solucionar cualquier de los anteriores puntos y poder tener un sueño reparador y tener un manejo acertado de la diabetes.
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