Empezar un nuevo año es una oportunidad para evaluar y mejorar nuestros hábitos y más cuando tenemos una condición de salud, lo mejor es que no es necesario esperar a otro año para cambiar o realizar esos pendientes. Cada día o época del año puede ser un comienzo.
Tener estos 12 hábitos pueden dificultar nuestro control, así que los que tengas que cambiar, hazlo:
1. Ser negativo: La diabetes implica un esfuerzo emocional y nuestros días pueden ser complicados, pero si lo llevamos con negatividad y no aceptamos la condición, la carga puede resultar más pesada. Ser optimista aún cuando no logramos resultados nos permite superar retos sin verlos como un obstáculo.
2. Buscar alternativas fáciles: Aun cuando existen nuevas tecnologías, el manejo de la condición nunca será fácil. Requiere disciplina y educación diabetológica continúa; analizar y tomar decisiones. Esperar que alguien nos diga el secreto para lograr ese anhelado 6% de hemoglobina glicosilada o bajar la glucemia con sólo tomar una bebida milagrosa nos aleja de la realidad de tener diabetes.
3. Interrumpir el tratamiento: Si tienes la medicación no la abandones en la mesa de noche o la nevera. No tomar las pastillas o no aplicar la insulina porque tenemos cifras de glucemia dentro del rango es un error, porque justamente ese medicamento nos permite controlar la glucemia. Tampoco se vale el pensar "por un día no pasa nada" o dejar el tratamiento en las vacaciones. La constancia en el tratamiento permite que el profesional de la salud evalúe mejor nuestro tratamiento y hacer cambios en las dosis cuando sea necesario.
4. No medir la glucemia: No dejes vencer las tirillas. Sin conocer los niveles de glucemia es imposible saber si el tratamiento está siendo el adecuado o cuando realizar cambios. En el caso de las personas con diabetes tipo 1 donde se usa insulina rápida, aplicar esta hormona sin saber el nivel de glucemia previa es como conducir un vehículo sin saber con cuánta gasolina contamos. Sentirse "bien" no implica tener niveles adecuados de glucemia.
5. No asistir al médico: Contar con un profesional de la salud que haga seguimiento de nuestro tratamiento de la diabetes es importante. Además de visitar otros especialistas para ver que todo en nuestro cuerpo esté bien. Aunque seamos unos expertos en nuestra diabetes debemos asistir periódicamente al especialista para que registre nuestros progresos o cambios. Ningún consejo reemplaza la consulta médica.
6. No leer las etiquetas nutricionales: Necesitamos saber lo que comemos y no dejarnos llevar por la publicidad de las empresas de alimentos. Aprender de nutrición es importante para elegir bien los alimentos y conocer cómo impactan en la glucemia.
7. Comer sin medir porciones: No es suficiente con saber qué contienen los alimentos, sino ser cautelosos con las porciones. La alimentación de una persona con diabetes es variada y sin limites pero la cantidad sí debemos medirla para evitar picos de glucemia. No importa cuánta insulina tengamos disponible, el objetivo es mantener también un peso saludable.
8. No conocer el porcentaje de hemoglobina glicosilada: Tan importante como saber el valor de la glucemia es conocer el valor de la hemoglobina glicsosilada. No es suficiente con realizarse 6 glucometrías o ver las curvas de glucemia en los monitoreos continuos, es importante conocer ese promedio de cada 3 meses. El valor objetivo depende de cada individuo pero nunca será recomendable tener valores por encima de 8%.
9. No ejercitarse: Ser inactivo no es sano para ninguna persona con o sin diabetes. Empezar a tener una rutina de ejercicios puede ser difícil para quien nunca la ha tenido pero se debe comenzar con pequeños cambios hasta lograr la actividad física que se acomode a nuestras necesidades. Es crucial para el punto que sigue...
10. Vivir con estrés: Estar sometidos a situaciones que nos generen un estrés constante es perjudicial para nuestras glucemias. En el cuerpo se generan hormonas del estrés (cortisol) que van a producir un ascenso de nuestra glucosa. Muchas veces por pequeñas cosas nos enfadamos, el tráfico de la ciudad nos presiona, el exceso de trabajo nos quita tiempo para nosotros mismos, o vivimos amargados sin razón. Trabajemos mejor en eso que podemos mejorar para vivir más relajados.
11. Fumar: Podría resultar un hábito difícil de cambiar pero se puede cuando tenemos la conciencia del daño que hace a todo nuestro cuerpo, y no sólo en el interior, cuando se es fumador no se puede percibir el olor a tabaco tan desagradable y la imagen que proyectamos a los demás.
12. Hacerse la víctima: Las condiciones y realidades de cada persona con diabetes son distintas, pero lo que hace la diferencia no es el acceso al tratamiento sino la actitud hacia la enfermedad. Porque eso es, una enfermedad, pero de cada uno y cómo enfrente las situaciones la harán parte de su vida como el motor para avanzar o para quedarse varado en el camino.
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