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| Una imagen que victimiza a las personas con diabetes |
Esta imagen me aborrece.
¿Es así como nos visualizamos o queremos que nos visualicen? Me recuerda las imágenes de la Segunda Guerra Mundial donde experimentaban con gemelos y realizaban todo tipo de procedimientos con niños para jugar un poco con la ciencia.
La diabetes no tiene esa historia tan desgarradora, seguramente hubo momentos difíciles, pero es una historia de esperanza donde hubo muchos experimentos pero para mejorar nuestra calidad de vida.
Lo más triste es que esta imagen la he visto publicada por mamás de niños con diabetes tipo 1 o en campañas para hacer valer nuestros derechos. ¿Acaso no gritamos a los cuatro vientos que no deben discriminarnos y que no tenemos límites con diabetes? Pero algunas personas con diabetes son las primeras en victimizarse y mostrar el lado negativo.
Esta imagen no ayuda. Victimizarse sólo afianza los mitos de la diabetes. Tampoco es la forma de hacer valer nuestros derechos. Ni cuando somos niños y tampoco de adultos es una imagen que nos motive.
Inyectarse insulina es una realidad para las personas con diabetes tipo 1, así como hay muchas otras que debemos hacer diariamente y son una rutina. Pero esta imagen no nos muestra como personas sino como muñecos de vudú.
Necesitamos inyecciones de insulina subcutáneas, porque es la única manera de hacer llegar esta hormona a nuestro cuerpo. Y sí, son muchas inyecciones al día. Sí, algunas no pasan desapercibidas para nuestros sistema nervioso. Sí, algunas veces nos incomodamos.
Pero el tema de la diabetes tipo 1 no es sólo inyectar insulina, ojalá solo fuera hacerlo 5 a 6 veces y nos olvidamos del resto. El reto está en el equilibrio, algo que la tecnología hoy busca, es mejorar la administración de insulina más parecido al páncreas, no sólo por comodidad sino para mejorar el control.
Esta imagen no me representa y seguro a muchos de ustedes, aunque me inyecté por 10 años con jeringa agradezco por cada una de esas inyecciones que con educación me mantienen con vida.
