Esta publicidad muestra claramente cuál sería el anillo que me daría la diabetes
El día de mi diagnóstico nunca lo podré olvidar, no sólo porque cambió
mi vida por completo y partió en dos mi historia, sino que se acercaba el Día
del Amor y la Amistad. Ese día suelen reunirse amigos a recordar esas aventuras
compartidas, y las parejas se tornan más románticas, pero mientras unos
celebraban yo estaba en la habitación de la clínica asimilando la noticia.
Una amistad eterna con la diabetes y un amor propio incondicional
Y sin esperarlo, el 16 de septiembre del 2004 comencé dos nuevas
relaciones, una amistad eterna con la diabetes y un amor propio incondicional.
Y lo celebro cada año, porque así como acumulamos anécdotas alegres y tristes
con los amigos, y cuidamos nuestra pareja, yo lo hago con mi diabetes y conmigo
misma.
Algunos pensarán que es ilógico amigarse con una enfermedad, pero desde el comienzo no
quise ser enemiga de mi diabetes, al contrario quería que nos lleváramos lo
mejor posible, y claro, como toda relación, no puede ser perfecta.
Recuerdo con ella esos días de hipoglucemias y la ansiedad de correr a
buscar algo dulce, o ese resultado esperado que nos hacía sonreír. Las veces
que olvidamos la insulina, y comimos solo ensalada, o cuando teníamos que medir
la glucemia y una vez destapamos el frasco de las tirillas y no había ni una.
Una amistad se construye compartiendo y con la diabetes si que hay
experiencias.
Con la diabetes no necesitamos whatsapp, estamos juntas 24 horas
los 7 días a la semana, y aunque algunas veces me aburra de su presencia y haya
momentos donde quiero ignorarla, no puedo ni debería hacerlo.
Pero en definitiva, la mejor relación que he construido ha sido conmigo
misma, esforzándome en cultivar un amor propio e incondicional que dure por
siempre, una relación donde no puedo mentir, donde no hay engaños, y donde mi
bienestar y salud es la prioridad, donde la felicidad solo depende de mí, y las
críticas siempre serán constructivas.
Así que diabetes, te sigo aceptando y prometo respetarte todos los días de mi vida hasta que una cura nos separe.
(Este blog es autoría de Carolina Zárate, donde cuenta sus experiencias y opiniones, si no eres ella y vas a copiar los contenidos asegúrate que lleven el crédito correspondiente y el link www.blogdiabeticotipo1.blogspot.com )