"La diabetes se incrementa en....", "Constituye diabetes mellitus principal muerte en...", "Diabetes y depresión, aumentan el riesgo de infarto", "Advierten sobre una epidemia de diabetes en...", "La diabetes, un enemigo que avanza a pasos agigantados", "Nuevo estudio asocia sustancias contaminantes con diabetes", "Diabetes asociada a depresión", "Aumenta la diabetes en países pobres", "Sedentarismo y obesidad causa de diabetes", "Aumento de obesidad infantil"...etc
Es deprimente leer tantos artículos con títulos negativos, al parecer somos una epidemia que invade al mundo, y los "afortunados" de "saber" de qué nos vamos a morir, y me pregunto: ¿Que hacen al respecto?, y no sólo hablo de los gobiernos, los centros de salud, y fundaciones o asociaciones, hablo de quienes la padecemos y de quienes aún no son diabéticos pero que están a punto de serlo.
Los primeros tenemos por momentos (algunos más que otros) una racha de conciencia que nos ayuda a seguir las recomendaciones para evitar complicaciones, pero a pesar de las estadísticas de amputaciones, diálisis, ceguera y demás, nos ganan las tentaciones (y muchas), la falta de ejercicio, y nuestra torpeza en medir las dosis de insulina, ahhh y sin olvidar que es imposible imitar perfectamente la naturaleza (es decir, no hay pastillas mágicas, insulina inteligente o “páncreas artificial” que nos asegure 100% una vida “normal”), y estas faltas se reflejan en los resultados de nuestros glucómetros, nuestras hemoglobinas glicosiladas y más adelante en nuestros riñones, ojos, pies o algún otro órgano que no resista nuestra inconciencia o simplemente la ausencia de aquella hormona que secretaba insulina.
¿Pero qué pasa con quienes tienen la oportunidad de retrasar el diagnostico e incluso evitarlo?, hay quienes nos TOCO tener diabetes, y de repente cuando todo parecía perfecto, terminamos en la cama de una clínica preguntándonos por el resto de nuestras vidas la razón y no sé si lo peor, obteniendo respuestas insatisfactorias a esos interrogantes, pero hay un número bastante significativo que desde su entorno familiar han escuchado sobre diabetes y han visto como sus parientes tienen que lidiar con esta condición, más el bombardeo de “información” de los riesgos de ser un candidato para tener diabetes (tipo 2) y aún con todas estas pistas, no hacen nada para evitarlo, y no se dan cuenta de la ventaja que tienen para tratar de no ser diagnosticados.
Así que ¿Cuando dejaremos de hacer caso omiso a las advertencias?, dicen que fumar es perjudicial para la salud y aún así la industria tabacalera es una de las más rentables, mientras ya está comprobado que causa cáncer; nos recalcan que manejar borrachos causa graves accidentes automovilísticos y aún así las madrugadas están repletas de conductores ebrios , dicen que los rayos ultravioleta dañan la piel y aún así las playas se combinan con pieles coloradas mientras los vanidosos van envejeciendo antes de tiempo y podríamos continuar...
Entonces, ¿Qué nos pasa entonces a los seres humanos?, sería útil prestar atención a todas esas investigaciones, experiencias, y usar la inteligencia (uhm… ) que nos ha brindado la naturaleza para dejar de desafiarla y empezar a cuidar esta máquina frágil llamada cuerpo parte no ser parte de los titulares amarillistas y menos de las estadísticas.
