Una semana después de mi diagnóstico de diabetes, estuve en el consultorio del médico que me había internado en la clínica, y quien me había sugerido durante alguno de los días de mi hospedaje inesperado adquirir un glucómetro. Era el día de mi cita y llegué con las manos vacías, sin una sola glucometría -ya que no tenía la intención de comprar ningún glucómetro-, pero sí llegué llena de ilusiones y preguntas con respecto a mi "supuesta" enfermedad.
-¿Cual glucómetro compraste?, me preguntó.
-Ninguno -respondí, y por el gesto de su rostro me dí cuenta que no era la respuesta adecuada.
-Sabes que es necesario para tu tratamiento.
- Si, doctor, pero pensé que tal vez si me ordenaba otros exámenes ya saldría todo normal -tenía la ilusión de escuchar que ya se había esfumado y que no tenía esa tal diabetes o que tal vez con algún antibiótico todo se solucionaría e incluso que todo se hubiese tratado de un mal entendido, ya que no era posible dentro de mi realidad que esto me estuviera pasando a mí.
Dejó de escribir en su computadora y con mirada paternal y voz maternal me dijo:
- La diabetes es una enfermedad que aún no tiene cura, pero tratándola con medicamentos, ejercicio y dieta, se puede llevar un vida completamente normal.
Esto ya lo había leído junto a otros datos que ni entendía en algunas páginas de internet luego de mi salida del hospital completamente perdida, ya que durante mi hospitalización nadie me hablo claramente de mi situación y mucho menos me dijeron que era de por vida.
- ¿Doctor, y que tal un trasplante de páncreas? -una de las cosas en las que me enfoque cuando lo encontré de casualidad en la red-, este tipo de intervención sólo se puede realizar cuando estan comprometidos los riñones, una complicación que debes evitar con el buen control.
Con estas respuestas, como un niño regañado dejé a un lado las preguntas para no seguir estrellándome con la realidad, y luego de unos minutos salí dejando todas mis ilusiones en aquel consultorio y retumbando en mi cabeza aquellas respuestas desesperanzadoras.
Hoy, después de un poco más de 5 años, y de haber procesado y aceptado la diabetes en mi vida, se comienza a escuchar por doquier grandes noticias sobre la posible cura de la diabetes por medio de la más famosa, Células Madre, o algunos "milagrosos" tratamientos naturales, vacunas para evitarla, y otros títulos enmarcados con grandes signos de admiración que lo único que hacen es ilusionar a los diabéticos y más los que somos tipo 1 sobre lo que aún no ha sido probado con el 100% de resultado ni mucho menos aprobado.
Por el momento me concentro en el presente y aún mantengo la esperanza en que los futuros diabéticos que aún no saben que lo serán y tendrán la oportunidad de no serlo, cuenten con una cura o mejor aún una vacuna que lo prevenga, y casi de ciencia ficción que los que lo somos nos beneficiemos de esta.
Pero no todo esta perdido, en mis reflexiones diarias he podido dar respuesta a esas preguntas que al comienzo me inquietaban e ilusionaban, y puedo decir con la mayor confianza que MI diabetes SI tiene CURA, se llama EDUCACIÓN, la comercializa AUTOESTIMA y la puedo encontrar en mi CONCIENCIA. Ensáyenla, es gratis y les dará muy buenos resultados.
Por cierto, al día siguiente de mi cita con el doctor, compré mi primer glucómetro, fue el One Touch Ultra y me volví adicta a las glucometrías!!!!
-¿Cual glucómetro compraste?, me preguntó.
-Ninguno -respondí, y por el gesto de su rostro me dí cuenta que no era la respuesta adecuada.
-Sabes que es necesario para tu tratamiento.
- Si, doctor, pero pensé que tal vez si me ordenaba otros exámenes ya saldría todo normal -tenía la ilusión de escuchar que ya se había esfumado y que no tenía esa tal diabetes o que tal vez con algún antibiótico todo se solucionaría e incluso que todo se hubiese tratado de un mal entendido, ya que no era posible dentro de mi realidad que esto me estuviera pasando a mí.
Dejó de escribir en su computadora y con mirada paternal y voz maternal me dijo:
- La diabetes es una enfermedad que aún no tiene cura, pero tratándola con medicamentos, ejercicio y dieta, se puede llevar un vida completamente normal.
Esto ya lo había leído junto a otros datos que ni entendía en algunas páginas de internet luego de mi salida del hospital completamente perdida, ya que durante mi hospitalización nadie me hablo claramente de mi situación y mucho menos me dijeron que era de por vida.
- ¿Doctor, y que tal un trasplante de páncreas? -una de las cosas en las que me enfoque cuando lo encontré de casualidad en la red-, este tipo de intervención sólo se puede realizar cuando estan comprometidos los riñones, una complicación que debes evitar con el buen control.
Con estas respuestas, como un niño regañado dejé a un lado las preguntas para no seguir estrellándome con la realidad, y luego de unos minutos salí dejando todas mis ilusiones en aquel consultorio y retumbando en mi cabeza aquellas respuestas desesperanzadoras.
Hoy, después de un poco más de 5 años, y de haber procesado y aceptado la diabetes en mi vida, se comienza a escuchar por doquier grandes noticias sobre la posible cura de la diabetes por medio de la más famosa, Células Madre, o algunos "milagrosos" tratamientos naturales, vacunas para evitarla, y otros títulos enmarcados con grandes signos de admiración que lo único que hacen es ilusionar a los diabéticos y más los que somos tipo 1 sobre lo que aún no ha sido probado con el 100% de resultado ni mucho menos aprobado.
Por el momento me concentro en el presente y aún mantengo la esperanza en que los futuros diabéticos que aún no saben que lo serán y tendrán la oportunidad de no serlo, cuenten con una cura o mejor aún una vacuna que lo prevenga, y casi de ciencia ficción que los que lo somos nos beneficiemos de esta.
Pero no todo esta perdido, en mis reflexiones diarias he podido dar respuesta a esas preguntas que al comienzo me inquietaban e ilusionaban, y puedo decir con la mayor confianza que MI diabetes SI tiene CURA, se llama EDUCACIÓN, la comercializa AUTOESTIMA y la puedo encontrar en mi CONCIENCIA. Ensáyenla, es gratis y les dará muy buenos resultados.
Por cierto, al día siguiente de mi cita con el doctor, compré mi primer glucómetro, fue el One Touch Ultra y me volví adicta a las glucometrías!!!!