Algunos no la recuerdan porque fueron diagnosticados muy pequeños, la diabetes tipo 1 se asocia a la niñez, pero yo no era niña cuando me diagnosticaron. Tenía 24 años.
Yo sí recuerdo perfectamente ese día, y mi vida antes que mi historia tomara otro rumbo.
Yo sí recuerdo mandarme a hacer el manicure y que no me preguntaran por los puntos negros en mis dedos. Yo sí recuerdo cuando tenía noches en vela, pero nada que ver con las hipoglucemias. Yo sí recuerdo elegir que comía sin pensar en los carbohidratos. Yo si recuerdo que en mi cabeza no tenía la palabra diabetes. Yo sí recuerdo que le temía a las inyecciones. Yo sí recuerdo que nadie me enseño a usar el glucómetro, ni a mejorar la técnica de inyección (cada morado me recordaba hacerlo mejor la próxima vez), yo sí recuerdo levantarme a la madrugada a medir mi glucemia o correr (lo intentaba) a la cocina por algo dulce.