Este es un post lleno de interrogantes...
Las inyecciones de insulina parecen ser una preocupación más grande que la propia diabetes.
El miedo a las jeringas seguramente acompaña al ser humano desde que la inventaron con unas agujas que eran tan grandes que se convertían en la peor pesadilla. Incluso ahora con la agujas tan pequeñas que entran en la piel como si fuéramos mantequilla siguen siendo muchos los que sufren de belonefobia.
La insulina no puede por ser tomada por vía oral porque los ácidos del estómago la destruirían, así que debe suministrarse por medio de inyecciones subcutáneas. Las personas con diabetes tipo 1 necesitamos inyectarnos insulina por lo menos 4 veces al día. Si no tiene diabetes seguro ya sintió algún escalofrío. Pero también hay personas con diabetes que "sufren" y desean no tener que realizar esta práctica o por lo menos no tan seguido.
Así que además de buscar por varios caminos la cura, también están intentando encontrar la forma de acabar con las temidas inyecciones.
Hay varias opciones tratando de ilusionar y conquistar a los diabéticos, pero todavía no se tiene el reparo de aclarar que algunas de estas "novedosas" formas están destinadas a aquellas personas con diabetes tipo 2 que requieren insulina.
Veremos algunas y las cuestionaremos (sin respuestas) como diabéticos tipo 1:
Insulina inhalada
Es una insulina en polvo pero no es una novedad. En 2007 estuvo disponible en España, pero unos seis meses después la retiraron del mercado.
Con Exubera, Pfiezer quería dar un respiro a las personas con diabetes de las inyecciones, pero al parecer no cumplió con todas las expectativas, su exagerado tamaño y las dudas sobre los inconvenientes a largo plazo la terminaron ahogando en el mercado.
En el 2014, la FDA (sigla en inglés de Administración de Medicamentos y y Alimentos de los Estados Unidos) aprobó una nueva insulina inhalada, Afrezza, desarrollada por MannKind para administrarla antes de las comidas y al parecer más discreta.
Tiene ciertas contraindicaciones como tener asma, enfisema u otro tipo de enfermedad en el pulmón.
Y mis dudas: ¿Cuántas dosis representarían una inhalada? ¿Si se tiene gripa funciona? ¿Al hacer ejercicio actúa más rápido? ¿Se puede combinar con otros medicamentos inhalados? ¿Es insulina basal o de bolo? ¿Manejan la misma duración que las inyectadas?, etc.
Pastillas de insulina
Al parecer, NovoNordisk logró engañar a los ácidos del estómago y recientemente anunció la nueva presentación de la insulina en pastilla.
Promete así, además de eliminar las inyecciones, las odiosas hipoglucemias. Suena muy alentador, con una pastilla ya no nos mirarían raro en un lugar público y el hígado administraría la insulina. Pero como rueda tanta información, los incautos que se quedan con los titulares no se percataron que está dirigida a personas con diabetes tipo 2, es decir, no está dirigida a todos los que usamos insulina.
Y si fuese para la diabetes tipo 1 también siguen los mismos y más interrogantes: ¿Una pastilla cuántas dosis representa? ¿Si existe alguna enfermedad gastrointestinal funciona? ¿Hay contraindicaciones si se tienen problemas de hígado como cirrosis, hígado graso, hepatitis, etc? ¿Es insulina basal o de bolo? ¿Se puede combinar con otros medicamentos de vía oral? ¿Cómo determinamos la duración?, ¿Se puede usar para hacer correcciones? ¿Se tiene que seguir una alimentación y horario estricto? ¿Cuántas pastillas al día se pueden tomar? ¿Hay posibilidad de sobredosis?, ¿Si hay vómito cómo sabemos que la pastilla si fue absorbida?, etc
Mi conclusión
Tal vez esto interrogantes sean absurdos, o ya tengan respuesta, pero la verdad, como diabética tipo 1 no me emociono con estas novedades.
Si bien, el hecho de pensar en no inyectarse nos ilusiona a quienes nos suministramos insulina, también tenemos que pensar y analizar si estas nuevas formas superan el tratamiento de la insulina inyectada para controlar nuestra diabetes y continuar en el camino de la “normalidad”.
Es decir, así como las nuevas insulinas de corta y larga duración nos permiten tener un tratamiento flexible con inyecciones múltiples, también los dispositivos de administración buscan que quienes se atemorizan con la forma de la jeringa, usen lapiceras con la insulina incorporada que son más discretos o las bombas de insulina que permiten una administración de la insulina más detallada con un chuzón cada 3 días y que están buscando el camino de convertirse en un páncreas artificial (un aparato que simule el funcionamiento del páncreas sin la intervención humana).
Aunque la insulina inyectada en todas sus formas tiene mala fama, ha sido la forma más eficaz de controlar la diabetes, con una educación diabetológica que permita un adecuado uso y entendimiento para su éxito.
Así que mientras las novedosas formas de suministrar de insulina al cuerpo no garanticen que se mejorará considerablemente la calidad de vida y permitan la libertad con la que cuento ahora para tomar mis propias decisiones sin restricciones ni límites, seguirá ingresando a mi cuerpo insulina por mi piel.
Porque el problema de la diabetes no son las inyecciones, sino la falta de educación para un buen control.
(Si te encanto este artículo y te tientas a compartirlo, no olvides mencionar la fuente www.blogdiabeticotipo1.blogspot.com por Carolina Zárate)
Fuentes: ElMundo.es , Canal Diabetes , ABC. es