Hoy comienza el Mundial Brasil 2014 y me recuerda este partido con la diabetes que me sorprendió sin ningún entrenamiento hace casi 10 años. Sólo ingresó de repente a la chancha de mi vida y me metió un golazo estando fuera de lugar, en una cancha sin arquero y sin arbitro.
Lloré y sufrí la goleada de ese día, pero después me puse la camiseta de la fortaleza y el positivismo y empecé a entrenarme. Estudié a mi rival (de qué se trataba), sus jugadas (hipoglucemias, hiperglucemias...), practiqué con la pelota (medir mi glucemia, conteo de carbohidratos, manejo de la insulina...) e hice el saque inicial de este partido sin segundos tiempos, con algunas tarjetas amarillas, pero sin poder sacarle tarjeta roja a la diabetes y expulsarla definitivamente de mi cancha.
Es un juego agotador, pero siempre tenemos que entrenarnos (educarnos) para este partido y sin importar el marcador desempeñarnos de la mejor manera en este "juego".
Con alegrías, tristezas, ansiedades, nervios y demás sentimientos seguiré con entusiasmo este mundial que me tocó!
Todos los días hay un trofeo que ganar.
(Si te encantó este artículo y te tientas a compartirlo, no olvides mencionar la fuente www.blogdiabeticotipo1.blogspot.com por Carolina Zárate)