El jabón, usado tradicionalmente para nuestra higiene personal, es una simple barra cuadrada que se desgasta y va reduciendo su tamaño de forma gradual con su uso. Un proceso simple que no necesita mucho esfuerzo, a no ser que se vaya el agua a mitad del proceso de limpieza o se tenga un grave problema personal con la temperatura del agua o su intensidad.
Pero hay jabones, que no sólo limpian una superficie externa, también funcionan como antiséptico para el alma, porque para algunos el jabón no es el producto, es la materia prima.
En las manos de unos artistas, como vemos en el vídeo, una barra de jabón sin demasiada estética dio como resultado toda una obra de arte con formas ilimitadas que trasmitían el pensamiento de su escultor.
Así, también podríamos ver esa barra de jabón como la diabetes, aburrida, inolora, incolora como siempre nos la han mostrado, pero con todas las posibilidad de darle la forma que queramos, y dejar lo bueno y dejar como desperdicios lo negativo.
Así que ¿Qué forma quieres darle a tu diabetes?
